Remedios caseros antes de visitar a tu dentista.
Remedios caseros antes de visitar a tu dentista.
Qué puedes hacer?
Si tienes dolor de muelas, es
importante que averigües a qué se debe el dolor. A partir de ahí, puedes
determinar la mejor manera de aliviar cualquier dolor, inflamación u otros síntomas.
Las irritaciones menores generalmente
se pueden aliviar haciendo enjuagues regulares de agua con sal y aplicando
compresas frías, pero los dolores de dientes más graves pueden requerir la
intervención de un dentista.
Si los síntomas persisten durante más
de un día o dos, consulta a tu dentista. Él o ella puede orientarte sobre cómo
aliviar tus síntomas y prevenir futuros dolores.
También debes hablar con tu dentista
antes de usar cualquiera de los siguientes remedios si estás embarazada,
lactando o tienes alguna afección médica que pueda verse afectada por
ingredientes a base de hierbas.
Continúa leyendo para aprender más.
Para muchas personas, un enjuague de
agua con sal puede ser un primer tratamiento efectivo. El agua con sal es un
desinfectante natural y puede ayudar a aflojar las partículas de comida y los
desechos que podrían quedar atrapados entre los dientes. Tratar un dolor de
muelas con agua con sal también puede ayudar a reducir la inflamación y curar
las heridas bucales.
Para usar este método, mezcla 1/2
cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y usa la solución como enjuague
bucal.
2. Enjuague con peróxido de hidrógeno
Un enjuague con peróxido de hidrógeno
también puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. Además de eliminar
bacterias, el peróxido de hidrógeno puede reducir la placa y sanar las encías
que sangran.
Asegúrate de diluir adecuadamente el
peróxido de hidrógeno. Para hacerlo, mezcla 3 por ciento de peróxido de
hidrógeno con partes iguales de agua y úsalo como enjuague bucal. No lo
tragues.
Puedes usar una compresa fría para
aliviar cualquier dolor que tengas, especialmente si el dolor de muelas ha sido
causado por algún tipo de trauma. Las compresas frías hacen que los vasos
sanguíneos en el área se contraigan. Esto hace que el dolor sea menos severo.
El frío también puede reducir cualquier hinchazón e inflamación.
Para utilizar este método, coloca una
bolsa de hielo envuelta en una toalla sobre el área afectada durante 20 minutos.
Puedes repetir esto cada pocas horas.
Puedes usar saquitos de té de menta
para entumecer el dolor y aliviar las encías sensibles.
Para hacer esto, deja enfriar un
saquito de té usado antes de aplicarlo en el área afectada. Aún debe estar
ligeramente caliente.
También puedes usar este método para
refrescar, en lugar de calentar, el área. Para hacer esto, coloca un saquito de
té usado en el congelador durante un par de minutos para enfriarlo y luego
coloca el saquito en tu diente. Obtén más información sobre los beneficios de
la menta para la salud.
El ajo se ha reconocido y utilizado
durante miles de años por sus propiedades medicinales. No solo puede eliminar
las bacterias dañinas que causan la placa dental, también puede actuar como un
analgésico.
Para usarlo, tritura un diente de ajo
para crear una pasta y aplícala en el área afectada. Si lo deseas, puedes
añadir un poco de sal. Otra opción es masticar lentamente un diente de ajo
fresco.
El extracto de vainilla contiene
alcohol, que puede ayudar a anestesiar el dolor. Sus propiedades antioxidantes
comprobadas también lo convierten en una cura efectiva.
Para usarlo, aplica una pequeña
cantidad de extracto de vainilla en tu dedo o una bolita de algodón. Aplícalo
directamente al área afectada varias veces al día.
Puedes preparar los siguientes
remedios en tu casa, pero es posible que tengas que conseguir los ingredientes.
Todo lo que necesitarás está disponible en una tienda local de alimentos
saludables o en línea. Es probable que tu boca, dientes y encías estén
sensibles en este momento, así que es especialmente importante comprar estos
ingredientes de un fabricante acreditado. Esto puede reducir el riesgo de posible
irritación.
A lo largo de la historia, el clavo
se ha utilizado para tratar los dolores de muelas ya que su aceite puede
anestesiar eficazmente el dolor y reducir la inflamación. Contiene eugenol, que
es un antiséptico natural.
Para utilizar este método, aplica una
pequeña cantidad de aceite de clavo en una bolita de algodón y aplícalo en el
área afectada. Es recomendable diluir el aceite de clavo con unas gotas de un
aceite base, como aceite de oliva, o agua. Haz esto unas cuantas veces al día.
También puedes agregar una gota de
aceite de clavo a un vaso pequeño de agua y hacer un enjuague bucal.
Las hojas de guayaba tienen
propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a curar heridas. Su actividad
antimicrobiana también puede ayudar en el cuidado bucal.
Para usarlo, mastica hojas de guayaba
frescas o agrega hojas de guayaba trituradas en agua hirviendo para hacer un
enjuague bucal.
El agropiro (hierba de trigo) tiene
innumerables propiedades curativas y puede funcionar para curar tu cuerpo desde
adentro si lo tomas. Puede aliviar la inflamación en la boca y prevenir
infecciones. Su alto contenido de clorofila también puede combatir las
bacterias.
Para usarlo, simplemente usa jugo de
hierba de trigo como enjuague bucal.
El tomillo también tiene potentes
propiedades antibacterianas y antioxidantes que pueden ayudar a tratar el dolor
de muelas.
Para usarlo, aplica unas gotas de
aceite esencial de tomillo y unas gotas de agua en una bolita de algodón.
Después de diluir el aceite con el agua, aplícalo en el área afectada.
También puedes agregar una gota del
aceite a un vaso pequeño de agua y hacer un enjuague bucal.
Cuando debes ver a tu dentista
Si tu dolor de muelas es severo o es
el resultado de una afección médica más grave, es necesario que consultes a tu
dentista para que pueda tratarte adecuadamente. En muchos casos el dolor de
muelas requerirá atención médica. Un analgésico de venta libre como el
ibuprofeno podría ayudar hasta que puedas ver a un dentista.
También debes ver a tu dentista si
experimentas alguno de los siguientes síntomas:
- fiebre
- problemas para respirar o
tragar
- dolor general que dura más
de uno o dos días
- hinchazón
- dolor al masticar
- encías anormalmente rojas
- secreción de mal sabor o pus.
No olvides consultar a tu dentista para conocer la causa real del
malestar dental.
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